Mi vecino el humedal

Imagen 2. Una garza fotografiada en un humedal. Crédito: Ferenc Tibodi.

Las características de las interacciones ecológicas mencionadas anteriormente podrían describir otros ecosistemas; por ejemplo, al bosque mesófilo de montaña. Sin embargo, también existen factores abióticos como la disponibilidad de la luz solar, el viento, la temperatura o el sustrato que junto con la presencia del agua, definen una identidad clara de los humedales.

Quizá resulta más fácil identificar estos ecosistemas cuando se trata de sitios costeros; por ejemplo, la Laguna Costera de La Mancha, en el estado de Veracruz. En este lugar diversas organizaciones e instituciones han realizado actividades para dar a conocer este sitio RAMSAR y con ello identificar especies de plantas como los manglares o las comunidades de crustáceos que habitan en ellos. Esta estrategia ha resultado excelente porque suma a las comunidades de la población local para aprovechar los recursos naturales con una perspectiva conservacionista.

Por otro lado, cuando se trata de humedales, podría resultar sorprendente la posibilidad de tener uno a la vuelta de nuestra casa en medio de una ciudad. Imaginar un lugar que cumpla con la descripción de los párrafos anteriores podría ser un ejercicio desafiante cuando tenemos más familiarizado el concepto de un parque con árboles e infraestructura para el ocio de las personas.

En Xalapa, para dar una referencia cercana, existen estos ecosistemas y algunos han sido acondicionados para ser parques urbanos, permitiendo su aprovechamiento como sitios de esparcimiento. La estrategia de este uso quizá responde a la necesidad de la sociedad de contar con áreas verdes vigiladas y seguras pero todavía sin enfatizar de manera suficiente en su importancia ecológica.

Imagen 3: Hongos fotografiados en el Molino de San Roque. Crédito propio.

Molino de San Roque y Santuario de las Garzas

El Molino de San Roque y el Santuario de las Garzas fueron reacondicionados de forma reciente y ahora existen senderos iluminados para las caminatas nocturnas. Ahí se puede observar la vegetación característica que crece auspiciada por su reservorio de agua. También se pueden presenciar diferentes especies de aves, tanto locales como migratorias y escuchar los cantos de algunos anfibios cuando cae la tarde. Sin embargo, es en el crepúsculo cuando el sitio se vacía pues la sombra que la violencia contra las mujeres ha dejado en el lugar todavía está presente.

Humedal de la USBI

Este humedal, al sur de los límites de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana, también se hace presente dentro de la ciudad. Este sitio al estar dentro de los terrenos de la Universidad ha permanecido bajo resguardo, no sin ser amenazado por los desarrollos inmobiliarios de la zona en años recientes.

Santuario del Bosque de Niebla

Quizá es el humedal mejor conocido y conservado porque está bajo resguardo del Instituto de Ecología de Xalapa. Por debajo de las copas de los enormes árboles que componen el santuario, corren riachuelos y se acumula agua en charcos y plantas. La cercanía con el Instituto ha permitido acceder a un laboratorio viviente con muchos organismos para ser estudiados y otros todavía por ser descubiertos.

Laguna El Castillo

Esta reserva de agua es vital para la ciudad de Xalapa y más aún para las diferentes variedades de organismos que ahí habitan. En el verano se debe transitar con mucho cuidado para evitar aplastar las crías de ranas y sapos que van camino a la laguna desde la vegetación. En este lugar se pueden observar muchas especies de aves, de reptiles y de hongos.

Imagen 4: Un zambullidor pico grueso (Podilymbus podiceps). Crédito: Adrián H. M. Orozco. Licencia CC-BY.