Vecinos inesperados: enseñando a coexistir

Con todo lo anterior en mente, valoré que Dos Veredas sería un lugar adecuado para implementar una estrategia de conservación derivada de la educación ambiental con el fin de contribuir a la protección del lince rojo.

El primer paso consistió en un cuestionario dirigido al grupo de estudiantes de aquella escuela. El cuestionario me permitió conocer tres aspectos de indagación respecto al lince rojo: 1) la mayoría del grupo de estudiantes tenía una mala percepción hacia la especie; 2) tenían un escaso conocimiento sobre su biología y 3) en su comunidad tenían problemas ambientales que se relacionaban con la pérdida de la biodiversidad.

El siguiente paso consistió en el diseño y desarrollo de un taller con actividades lúdicas dividido en seis sesiones de trabajo. Consideré el abordaje de varios aspectos sobre el felino; como por ejemplo, lo que se sabía de él, qué tan grande sería su territorio, cómo sería su hábitat, su ámbito hogareño, qué come, qué hace, su reproducción, cuidados parentales, qué función tiene en el ambiente, qué amenaza su existencia y cómo protegerlo. Así como también enseñar lo que las personas deberían hacer en caso de que un lince rojo apareciera frente a sus ojos.

Después de realizar el taller de educación ambiental, apliqué una evaluación para identificar sus nuevos conocimientos, percepciones y actitudes. Bajo la dirección de la maestra Blanca E. Cortina Julio, del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana, hice una revisión de las evaluaciones, encontrando que las infancias se habían encaminado hacia la construcción de una sólida conciencia ambiental.

En este punto tomé en cuenta un elemento que me permitiera divulgar aquella adquisición de conciencia ambiental por parte de las infancias, por lo que recurrí a las historias que escribieron sobre el lince rojo en una de las actividades que llevé a cabo. Las recopilé y el resultado fue un libro infantil que donamos a cada uno de los participantes del proyecto. Con este libro no solo entregamos una síntesis de experiencias sino una herramienta para facilitar la comprensión del mundo que les rodea.

En resumen, mi proyecto fue una experiencia asombrosa. Mientras hacía crecer la sensibilidad por el lince rojo, yo aprendía de las experiencias de vida de las familias de las infancias de la primaria de Dos Veredas. Pienso que este grupo de jóvenes personas adquirió un sentido de pertenencia y responsabilidad con la conservación de una especie que hasta entonces desconocían, así como del bosque donde han coexistido.