Imagen 1. Vista panorámica de la Laguna de Términos, Campeche, México. Crédito: Wikimedia. Disponible en: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4c/Laguna_de_T%C3%A9rminos.jpeg

Al visitar la costa, en algunas ocasiones, es posible encontrarse con cuerpos de agua que parecen de un tamaño insignificante al lado del mar e incluso más insignificantes al compararlos con la inmensidad del océano. No obstante, este tipo de ecosistemas costeros albergan una gran cantidad de especies de peces, aves, moluscos, crustáceos y reptiles, principalmente.

Tal es el caso de las lagunas costeras, sitios acuáticos semicerrados resultantes de la unión de dos masas de agua, una marina (proveniente del océano) y la otra continental (proveniente de ríos, lagos, entre otros), que se encuentran separados del mar por algún tipo de barrera de forma paralela. Debido a su alta variabilidad ambiental, reciben y acumulan una gran cantidad de materia orgánica y nutrientes, que da paso, a su vez, a una alta diversidad biológica (1,2).

En México cada laguna costera alberga en promedio de 50 a 90 especies de moluscos, 40 a 70 especies de crustáceos y 50 a 100 especies de peces, por lo cual se consideran como parte de las zonas tropicales de mayor riqueza ictiofaunística a nivel mundial. A nivel nacional se estima que la totalidad de estos sitios acuáticos albergan alrededor de 400 especies de peces y contando, debido al creciente número de investigaciones realizadas en los últimos años (1).

Las lagunas costeras se asocian con frecuencia a bosques de manglar, es decir, un conjunto de árboles o arbustos de 2 a 25 m de altura, caracterizadas por poseer raíces que tienen apariencia de zancos, las cuales fungen como sitios de crianza y crecimiento para distintos organismos tales como peces y crustáceos (3).

Imagen 2. Porcellana sayana, crustáceo en la Laguna de Términos, Campeche, México. Crédito: Wikimedia. Disponible en: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3d/Porcelain_Crab_%28Porcellana_sayana%29%2C_commensal_of_the_hermit_crab_-_Laguna_de_T%C3%A9rminos.jpg

Un gran porcentaje de aves acuáticas también toman ventaja de esta asociación debido a que son hábitats ideales de anidación, descanso, alimentación y cría, tanto para especies residentes como migratorias. Esta característica les otorga una importancia internacional ya que una gran cantidad de especies migratorias provenientes de Canadá y Estados Unidos arriban en ellas cada año.

A pesar del tamaño de las lagunas costeras, la alta diversidad, abundancia biológica y el intercambio y retención de nutrientes dan lugar a una alta productividad en comparación con otros sistemas acuáticos, lo que se traduce en sitios de interés para la industria pesquera, además de lugares de gran importancia para la investigación científica y la conservación. Sin embargo, este mismo potencial las vuelve vulnerables a los impactos ambientales generados por las actividades humanas.

Cada vez que te encuentres en una laguna costera ten en mente que el espacio que ocupa parece pequeño pero el papel que desempeña es mucho más grande.

Imagen 3. Laguncularia racemosa, mangle blanco Ría Celestún, Yucatán, México. Crédito: Wikimedia. Disponible en: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dd/White_Mangrove_%28Laguncularia_racemosa%29_-_Celestun_Biosphere_Reserve.jpg