Imagen 1. Agricultura en Espuma Blanca, Veracruz. Crédito: Wikimedia Commons.

Nos rodeamos de palabras complicadas muy a menudo. La palabra agricultura posiblemente es una de ellas. En un significado plano podríamos entenderla como la actividad que consiste en modificar el suelo para sembrar, desarrollar y cosechar alimentos de origen vegetal. Sin embargo, abordar esa palabra desde una definición tan escueta como la anterior podría restarle la verdadera importancia que debería tener para todas las personas (1).

En Mesoamérica, por ejemplo, la agricultura tiene una antigüedad aproximada de unos 10 mil años. Durante ese tiempo, la actividad acompañó el desarrollo de las diferentes culturas que se establecieron en todo el continente. Con el aumento de habitantes y la creación de nuevos asentamientos es casi indudable que la agricultura también haya tenido que expandirse para satisfacer las necesidades alimenticias de la población. Esta expansión tanto poblacional como de necesidades generó procesos clave dentro de la historia natural de muchos lugares (2, 3).

Imagen 2. Milpa combinada de maíz y calabaza. El familiar silvestre el maíz es el teocintle. Crédito: Feria de productores. Disponible en: Wikimedia Commons.

Sembrar y cultivar nuestros alimentos permitió el desarrollo de procesos biológicos artificiales como la domesticación de plantas y la hibridación de algunas de ellas. Atesorar o mejorar alguna característica vegetal que resultó de importancia para los primeros agricultores quizá se tradujo en una mayor disponibilidad de granos o de materia alimenticia. Sea como fuere el proceso generado hace miles de años nunca se detuvo. Aún hoy en día preservamos las mejores semillas y tratamos de conocer mejor el suelo como sistema para producir nuestros alimentos (4).

Sin ir más lejos, en el estado de Veracruz la agricultura es parte importante de muchas comunidades, sustenta la vida del campo y reconocer su importancia ha permitido el resguardo de un acervo de variedades vegetales comestibles únicas. Las personas que cultivan las tierras de este estado mexicano son guardianas de saberes ancestrales ligados a los productos agrícolas que cuidan con esmero (5).

Imagen 3. Colecta de frutos de café. Crédito: Bayawe Coffee Nomad. Disponible en: pexels.com