MENSAJE EDITORIAL

Desde mi experiencia personal veo que la cuestión de la ciencia en México todavía parece ser un ente extraño para muchas personas. Considero que los tiempos actuales, donde nos rodean distintas formas de comunicarnos, son la mejor época para comunicar la ciencia. Sin embargo, las personas que nos dedicamos (haciendo el intento) a traducir los conocimientos técnicos para desgranarlos en un lenguaje sencillo, a veces olvidamos que no son quienes están pegados a un dispositivo digital el objetivo de la alfabetización científica, sino aquellas personas que generacionalmente no dependen de un dispositivo móvil.

Todos los días, al salir de casa, camino por las calles de mi barrio, el cual es una colonia antigua de la ciudad donde vivo. Al pasar por las casas del vecindario, saludo a muchas personas que se dedican a diferentes oficios sin depender de una computadora. Son esas mismas personas, que al no depender de un dispositivo digital, prefieren informarse todavía del boca en boca, la radio o la televisión "pública". Y reiterando el "quienes", son esas personas que tienen una gran cantidad de preguntas e incertidumbres sobre el contexto que les rodea.

Hace unas semanas, Juana, una vecina que es enfermera, me escribió muy preocupada para avisarme que cerca de nuestro vecindario ¡estaban instalando una antena que nos iba a hacer daño por la radiación! Desde El Nodo: Ciencia, el acontecimiento fue un buen pretexto para investigar y tratar de dar información confiable, con todo y las resistencias que hubo como resultado al compartir la información con ella. Sí, hubo resistencia, porque Juana partía de la idea que escuchó en algún lugar sobre un fenómeno que aún se investiga, la tarea nuestra era saber cómo ayudarle a informarse mejor.

Ese cuestionamiento puede escalar cada día porque así como Juana, hay muchas personas al lado de nuestras casas o en nuestra propia familia que tienen una gran bolsa de dudas, esperando que alguien las saque y se puedan resolver pero ¿cómo hacerlo?, ¿en qué momento?, ¿les enviamos a la escuela de nuevo?, ¿les damos un video de Youtube? o ¿nos transformamos en fuentes que faciliten la información?

Es todo un reto hacerlo. Alfabetizar es un acto de amor, lo dijo Freire. Confiamos en todas las personas con ganas de compartir lo que sabemos del quehacer científico. Aquellas personas que buscan que el vecindario lleno de dudas, también sea un vecindario lleno de respuestas. Quizá en unos pocos años más, la ciencia ya no sea algo extraño para las personas de nuestra comunidad, sino una respuesta eficaz a todo aquello que no dejará de sorprenderles por el resto de sus vidas.

Este segundo volumen de nuestro blog ve la luz pública más allá de un año de lo que teníamos planeado para publicarlo. Una serie de tropiezos nos hicieron demorar pero confiamos en que los artículos que leerán les serán interesantes o útiles para compartirlos con quién tenga ganas de aprender algo sobre la ciencia, eso que hacemos.

Por supuesto, agradecemos a Helena Ajuria, Eva López-Tello, Erica Hernández y otras personas que donaron un poco de dinero para ayudarnos a alcanzar la meta de recaudación (lo cual no se logró) pero que nos confiaron ese apoyo económico, y con ello, damos luz a este breve volumen.

05 de diciembre de 2023